El homicida del agente en Málaga tenía juicios pendientes por agresión
El acusado es un mendigo considerado “peligroso” por la Policía
Stefan R., de 36 años de edad y acusado de matar a un agente del Cuerpo Nacional de Policía el miércoles por la tarde en una calle de Málaga, es conocido y considerado “peligroso” y “violento”, ya que cuenta con varios antecedentes policiales. Supuestamente, padece problemas psiquiátricos. Según fuentes judiciales, tenía pendientes al menos tres juicios por distintas agresiones, incluida una por violencia machista, y estaba en busca y captura por no presentarse a las vistas. Se trata de un mendigo de nacionalidad alemana que solía pedir limosna en la zona de la Carretera de Cádiz donde sucedieron los hechos.
Precisamente, el suceso que acabó con la vida del policía nacional Francisco Díaz Jiménez, de 33 años, se produjo cuando el agente se acercó con su compañero de patrulla al sospechoso para identificarlo y proceder a su arresto por un requerimiento judicial en curso. Este individuo, hospitalizado por heridas de arma blanca y de fuego, era un habitual de la calle Frigiliana y varios vecinos coinciden en que tenía “atemorizado” al barrio por su actitud violenta. Vivía como okupa en un local abandonado y todos sus antecedentes, según las fuentes consultadas, están vinculados a agresiones físicas o verbales, incluido atentado a la autoridad.
En la Comisaría Provincial de Málaga había colgado en un tablón un cartel con su fotografía y sus datos personales que alertaba de su peligrosidad y aconsejaba extremar la precaución al acercarse a él, informa Efe. La nota explicaba también que hace un tiempo agredió a un policía local de la capital malagueña.
El agente Francisco Díaz, casado y con una hija, murió a media tarde del miércoles por una herida de arma blanca en el tórax. El supuesto autor de los hechos sacó un cuchillo y sin mediar palabra asestó una puñalada al policía en el pecho cuando se acercó a él para detenerlo y cumplir con una reclamación judicial.
El agente que lo acompañaba, al ver la actitud violenta del agresor y temiendo que pudieran resultar heridas otras personas, sacó su arma reglamentaria y efectuó varios disparos. La calle estaba muy concurrida a esa hora. Una bala rozó a una mujer de 28 años, causándole daños superficiales, e hirió a un hombre de 30 años, dependiente de una carnicería, en la parte superior izquierda del tórax.
El agente fallecido fue trasladado a un centro hospitalario en estado crítico y murió dos horas más tarde. Su agresor también fue hospitalizado con heridas de arma blanca y de fuego, según fuentes sanitarias. Fue trasladado al módulo penitenciario del hospital clínico Virgen de la Victoria tras permanecer durante las primera horas bajo custodia policial en el hospital regional.
La capilla ardiente de Francisco Díaz se instaló este jueves en la Comisaría Provincial de Málaga. El velatorio se desarrolló en la más estricta intimidad por deseo de la familia. El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, viajó hasta Málaga para dar el pésame a la familia, acompañado por la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo. El funeral del agente se celebró a media tarde.
Sindicatos policiales se quejaron de la falta de medios con la que trabajan los agentes. El Sindicato Unificado de Policía (SUP) anunció que pedirá explicaciones por la muerte de este compañero, que no llevaba chaleco de protección para repeler una posible agresión.
La Confederación Española de la Policía (CEP) reprochó a la Dirección General que aún no hubiera enviado estos chalecos a la unidad a la que pertenecía el agente pese a que la consideraba prioritaria.
