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PSOE y PP se acusan de “buscar en la basura” para hacer política

Susana Díaz reprocha a los populares no hacer propuestas y “estancarse en el fango”

Lourdes Lucio
La presidenta de la Junta, Susana Díaz, este jueves en la sesión del control al Parlamento.
La presidenta de la Junta, Susana Díaz, este jueves en la sesión del control al Parlamento. PACO PUENTES

Socialistas y populares se acusaron este jueves mutuamente en el Parlamento de “buscar en la basura” para sus estrategias políticas, en otra sesión de control al Gobierno dominada por la bronca, las acusaciones y las amenazas veladas. Primero fue el portavoz de Izquierda Unida, José Antonio Castro, el que pidió a la presidenta de la Junta, la socialista Susana Díaz, que no entrara en el juego del PP de convertir la Cámara “en una sucursal del juzgado de instrucción 6 de Sevilla”, que investiga los ERE y otros casos de corrupción. “¿Vamos a hablar de las leyes de Transparencia, de Participación, de la reforma de la Cámara de Cuentas o seguimos con el ventilador puesto a cada lado del pleno?”, le preguntó a Díaz.

Con su socio de Gobierno, la presidenta eligió el primer campo de juego, aunque luego con el portavoz popular, Carlos Rojas pisó el segundo. En medio, intervino el portavoz del grupo socialista, Mario Jiménez, quien, en un retruécano espectacular, empezó hablando de las medidas para jóvenes y terminó acusando a Rojas de “hipocresía” por haber firmado cuando era alcalde de Motril 45 convenios con entidades ligadas a UGT sin concurrencia competitiva, es decir, a dedo. “¿También se ha malversado ese dinero o lo que usted firma es legal y lo que firman los socialistas es ilegal?”, dijo Jiménez. Aludía a los convenios adjudicados por el mismo sistema, sin concurso, que el Servicio Andaluz de Empleo firmó con numerosas entidades, según puso de manifiesto en febrero pasado en un informe la Cámara de Cuentas y que para el PP supone un nuevo caso de corrupción.

Tras Jiménez, le llegó el turno de pregunta al popular. Rojas acusó a la propia Díaz de “mandatar” a su portavoz a hurgar en la basura, negó la información y aseguró que los convenios se hicieron con publicidad y concurrencia. “Les pido que me investiguen a fondo porque así van a tener la oportunidad de comprobar cómo se gobierna con honradez”, se defendió.

Rojas intentó acorralar a Díaz con la amenaza de que el PP tiene datos comprometedores sobre ella. “Nos está llegando información importante que le afecta a usted, a su entorno personal y a sus propias filas”, aseguró el portavoz popular sin entrar en más detalles. En la sesión de control celebrada hace dos semanas, Rojas aireó que el esposo de la presidenta había recibido cursos de formación, en 2010, año en el Díaz no estaba en el Gobierno.

“Usted busca en la basura para esparcirla en esta Cámara”, le replicó Susana Díaz, quien mantuvo que mientras ella se dedica a trabajar por Andalucía, el PP no hace propuestas y permanece “atascado en el fango”. Ante la cercanía de las elecciones europeas del próximo 25 de mayo, la socialista volvió a recordar las buenas expectativas electorales para su partido en Andalucía. “Entiendo su nerviosismo, porque a nosotros nos va cada día mejor y a ustedes, peor”, pronosticó, lo que según ella provoca frustración en las filas populares.

En la réplica, Rojas reprochó a la socialista el dar la callada por respuesta sobre si la exconsejera andaluza Magdalena Álvarez, imputada por la juez Alaya, debe dimitir como vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones. También le acusó de “acallar a periodistas incómodos” y de ordenar a su partido una estrategia para poner bajo sospecha a los adversarios políticos.

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En el turno final, Díaz dijo no tener ninguna “espada de Damocles” que le inquiete, “ni cuentas en Suiza”, en alusión a la investigación del juez Pablo Ruz sobre la contabilidad paralela del PP a partir de los cuadernos el extesorero popular Luis Bárcenas. “No sé si usted puede decir lo mismo, pero yo sí”.

En medio de este cruce de reproches de todos contra todos, el anuncio de la presidenta andaluza de que la Junta destinará 275 millones de euros para apoyar las exportaciones andaluzas y la apertura de nuevos mercados a las empresas de la comunidad quedó bastante desdibujado. De la cantidad comprometida, un total de 71 millones se gastarán este año.

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