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Feijóo empeña su palabra y promete que nunca privatizará la sanidad

El presidente se desvincula de la política de su partido en comunidades como Madrid

Xosé Hermida
Feijóo durante la rueda de prensa
Feijóo durante la rueda de prensa ÓSCAR CORRAL

“Ustedes me conocen. Llevo 20 años en la sanidad pública. Siempre la he defendido y siempre la defenderé. En Galicia no se privatizará la sanidad mientras yo sea presidente”. Alberto Núñez Feijóo adoptó ayer el más solemne de sus tonos para tratar de contrarrestar los argumentos que llevaron a miles de profesionales sanitarios a secundar esta semana dos jornadas de huelga contra la política de la Xunta, a la que atribuyen un afán privatizador. El presidente volvió a minimizar la incidencia que tuvo el paro laboral de médicos y enfermeros, pero el énfasis de sus palabras y la firmeza con que intentó trasladar su compromiso denotaban la preocupación por que cundan los mensajes de que la sanidad puede perder su carácter público. Tanto que Feijóo no dudó en desmarcarse de la política sanitaria de su partido en otras comunidades autónomas.

 Durante la semana, el Gobierno gallego ha rebajado el alcance de la primera huelga de todo el sector sanitario que sufre desde que Feijóo es presidente. Pero el paro ha estado rodeado de circunstancias preocupantes para la Xunta y el PP. Entre los sindicatos convocantes figuran las organizaciones de médicos CESM y O’Mega, lejos de la órbita ideológica de los partidos de la oposición, lo que resta credibilidad al mensaje inicial del Gobierno autónomo —que Feijóo evitó ayer— de que la huelga tuvo un carácter “político”. Y además el paro culminó con manifestaciones que reunieron a decenas de miles de personas en las principales ciudades gallegas, donde numerosos ciudadanos respaldaron la protesta del personal sanitario.

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El presidente, en su comparecencia semanal tras el Consello de la Xunta, perseveró ayer en el intento de quitar importancia a la protesta. Feijóo resaltó que el paro fue convocado “por tres de los seis sindicatos” con representación en el sector. Y que lo secundaron únicamente “3.000 de los 36.000 profesionales de la sanidad gallega”. El presidente obvió que más de 12.000 de esos profesionales no pudieron unirse a la convocatoria porque estaban incluidos en los amplios servicios mínimos aprobados por la Consellería de Sanidade.

Dicho esto, Feijóo se extendió en un largo discurso que sonó como un compromiso para atajar la inquietud social por el futuro del sistema de salud. “Creo profundamente en la sanidad pública de Galicia, defiendo la sanidad pública de Galicia y allá los que quieran injuriar”, proclamó el presidente, quien, en su deseo de subrayar el mensaje, llegó a decir: “Si alguien quiere defender la sanidad pública, que se ponga a mi lado. Desde luego yo no estoy detrás de nadie que quiera privatizar la sanidad”.

Feijóo fue entonces más lejos y añadió: “Si en otras comunidades autónomas hay determinadas políticas sanitarias, esas políticas no son las de Galicia. Cuando alguien dice que en Galicia se quieren implantar políticas sanitarias de otras comunidades, está faltando a la verdad”. Fue una clarísima alusión a la Comunidad de Madrid, donde otro Gobierno del PP pretende entregar la gestión de varios hospitales públicos a empresas privadas en medio de una fuerte contestación de todo el colectivo sanitario. La Xunta sí está recurriendo al capital privado para construir hospitales, a cambio de que las empresas puedan hacerse cargo de determinados servicios que no incluyen la asistencia puramente sanitaria.

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El presidente atribuyó las críticas de los huelguistas a “tópicos” y “prejuicios ideológicos” y señaló que “llevamos 20 años oyendo que se privatiza la sanidad”. Pero el propio Feijóo, cuando dirigió primero el Sergas y luego el desaparecido Insalud, sí participó en un ensayo de semiprivatización: las llamadas fundaciones sanitarias, que resultaron un fiasco y acabaron siendo disueltas.

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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