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Los recortes y la división en CiU hunden a Mas y encumbran a ERC

Los republicanos ganarían los comicios catalanes en detrimento de los nacionalistas, según un sondeo de la Generalitat

Artur Mas con su socio de gobierno Oriol Junqueras
Artur Mas con su socio de gobierno Oriol JunquerasCARLES RIBAS (EL PAÍS)

La política catalana está mutando con el proceso soberanista en detrimento del que hasta ahora había sido el gran partido en la comunidad: Convergència i Unió (CiU). El declive de la federación nacionalista desde que su líder y presidente de la Generalitat, Artur Mas, cosechó 50 escaños en noviembre, es imparable, y el gran beneficiado es ERC. Esta es la conclusión del barómetro que ayer publicó el Centro de Estudios de Opinión (CEO), ente demoscópico de la Generalitat, que ha entrevistado a 2.000 personas en las dos primeras semanas de junio. El CEO también muestra que el proceso soberanista cuenta con el apoyo de los ciudadanos, con una mayoría favorable a la independencia.

El "si" a la independencia obtendría el 55% en un referéndum

ERC, liderada por Oriol Junqueras, vencería en las elecciones a la Generalitat por primera vez desde la República. Doblaría prácticamente los resultados obtenidos hace siete meses: lograría una horquilla de 38-39 escaños, frente a los 21 de ahora. Su auge se debe a la caída en picado de CiU. Los nacionalistas, que ahora cuentan con 50 diputados, pasarían a tener 35-37. Tampoco parece tener fin el declive del PSC, que perdería cuatro escaños, para quedarse en 16. El PP también sufre una importante caída, pasando de los 19 actuales a una horquilla de 13-14. Iniciativa empataría este resultado, igualando los 13 que tiene actualmente. Y saldrían beneficiados los partidos pequeños. Ciutadans prosigue su tendencia al alza y marca una previsión de 12 escaños (9 ahora), y la CUP doblaría sus resultados y obtendría grupo propio: de 3 a 6. En unas elecciones al Congreso, CiU reeditaría victoria con 13-14 escaños (dos menos). ERC, con 10-11 (ahora tres) superaría al PSC, que se quedaría con 10 tras obtener 14 en los comicios de 2011.

Los nacionalistas perderían hasta 15 escaños y Esquerra aumentaría 18

El declive de CiU se explica, principalmente, por tres variables. En primer lugar, los fuertes recortes que los ciudadanos de Cataluña vienen sufriendo desde que en 2010 Mas se hizo cargo de la Generalitat. ERC, pese a avalar la estrategia económica del Gobierno catalán este año, no paga este plato por su voluntad de estar fuera del Ejecutivo.

La corrupción también lastra los resultados electorales de CiU. El CEO no trata específicamente la corrupción (la engloba en el término “insatisfacción por la política”), pero los datos permiten ver que preocupa mucho a los catalanes: en la lista de sus problemas, la insatisfacción con la política está en tercer lugar, solo por detrás del paro y la economía.

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La división en CiU también beneficia a ERC. Los ciudadanos confían en los republicanos para liderar el proceso soberanista frente a las dudas que genera CiU, especialmente por los desmarques de Josep Antoni Duran, líder de Unió. Muestra de ello es que los votantes de CiU valoran mejor a Junqueras (un 6,72) que a Duran (6,12). El apoyo a la independencia se mantiene: en caso de referéndum, el 55% votaría y el no obtendría el 23,4%. Los detractores de la secesión aumentan ligeramente, en plena implantación de las campañas contra la independencia impulsadas por PP, Ciutadans y un sector del PSC. El CEO formula una segunda pregunta, sobre el modelo de Estado favorito para los catalanes: el 47% opta por la independencia, el 21,2% por un Estado federal y el 22,8% por mantener el modelo autonómico.

ERC vence en prácticamente todos los apartados a CiU. Junqueras es el líder mejor valorado globalmente (Mas es cuarto) y su estrategia de ser a la vez socio de Gobierno y oposición le está valiendo el favor de los suyos. Registra una fidelidad de voto del 87,3%, mientras que CiU solo de 57,4%. La principal vía de agua de la federación nacionalista es ERC, que recoge al 14% de sus votantes.

Pese a que cada vez hay más voces en CiU que reclaman cambios en la relación con ERC, los dirigentes nacionalistas creen que el escenario político es muy volátil y por ello sacar conclusiones del sondeo es precipitado. Los republicanos, por su parte, prefieren no confiarse: su objetivo no es vencer en las elecciones, sino lograr que se convoque el referéndum el año que viene.

El declive de los socialistas catalanes

maiol roger

La victoria de ERC sobre CiU destaca en el sondeo del Centro de Estudios de Opinión. Pero en las diferentes preguntas de la encuesta también se aprecia que el declive del Partit dels Socialistes (PSC), que hace tres años presidía la Generalitat, es imparable. El PSC pierde votos por todos los lados: la principal fuga es a Iniciativa, aunque un importante porcentaje también va a opciones tan dispares como CiU, ERC y Ciutadans.

La estrategia socialista también es cuestionada: la apuesta federalista del primer secretario, Pere Navarro, no obtiene un respaldo mayoritario de sus votantes. Principalmente, los socialistas se decantan por las autonomías (40,1%) antes que por una federación (34,5%). La oposición a la independencia que ha mostrado Navarro tampoco genera consenso: un 20% de los votantes del PSC votarían en una consulta.

Claro que el respaldo del candidato entre sus votantes tampoco invita al optimismo: es el líder peor valorado por sus propios votantes (le ponen un 6,06) y el más desconocido: a Navarro le conocen más en el resto de partidos que en el propio PSC.

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