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“No me presentaré a secretario general si no hay unas primarias de verdad”

El secretario provincial del PSOE en A Coruña sostiene que solo mediante el voto directo y en urna podrá el partido rearmarse

Francisco Caamaño en el Parlamento
Francisco Caamaño en el Parlamento ANDRÉS FRAGA

El secretario provincial del PSOE en A Coruña, Francisco Caamaño (Cee, 1963), defiende que se mantenga la consulta vinculante a los militantes que aprobó el comité nacional del partido hace un mes a pesar de las reticencias de Ferraz “porque cabe en los Estatutos”. Sostiene que solo mediante un pronunciamiento por voto directo y en urna podrá el partido rearmarse y afrontar los retos de futuro. Si no es así, acatará la decisión de la mayoría pero dará un paso atrás y no se presentará a la secretaría general.

Pregunta. ¿Pugnará por lídear el PSdeG?

Respuesta. No me presentaré a una elección en el PSOE que no por un militante, un voto y ese voto, directo en urna. El comité nacional dio un paso importante para el PSOE en Galicia y en España y nos debemos mantener firmes: que la militancia pueda pronunciarse directamente sobre la persona que debe liderar el PSdeG. La única autoridad para poder abordar tiempos difíciles en la izquierda de España y Europa la dan los militantes.

P. Sobre la mesa hay una fórmula mixta con listas de delegados encabezadas por un candidato que no se hizo antes en el PSOE. ¿No vale?

“Besteiro es un buen candidato, espero que haya más en un proceso participativo”

R. Eso no es un voto directo, se vota a candidatos que van bajo una bandera. ¿Qué pasa si el día del congreso concurre un candidato distinto a los que se presentaron o si un militante quiere ser delegado y no estar bajo la bandera de nadie? Hay muchas preguntas a las que dar respuesta. La experiencia que vimos en el Partido Socialista francés no fue la más exitosa. Yo nooptaré a un congreso de delegados para elegir al secretario general. Respetaré lo que decida la mayoría del comité nacional pero soy coherente y siempre defendí las primarias. Si no llega a haberlas no me presentaré. Tuve una gran alegría el día que el comité nacional dijo que iría a Madrid la dirección a plantear una consulta de primarias que aunque en principio no era vinculante con la fuerza de la democracia iba a serlo y ahora espero a ver esa letra pequeña que trabajará una comisión en la que ya anticipo que no estaré y en la que pretende vincularse una especie de primarias con la elección de delegados, si es así asumiré lo que decida el partido pero como militante seguiré reclamando primarias.

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P. ¿Por qué no le gusta lo que pactaron el PSdeG y Ferraz?

R. Habrá que ver lo que es es pero el sistema del que se habla fue probado ya por el Partido Socialista francés con poco éxito, dio lugar a un partido de notables. Votar a delegados divide las agrupaciones pequeñas y puede que haya personas dispuestas a votar a ese secretario general pero no a las personas que van en su lista, con lo que en lugar de ser una forma de unir y dar legitimidad a un líder volvemos a fraccionar y a reproducir la estructura territorial y las divisiones. Puede haber fórmulas intermedias y espero que quienes tengan que trabajar en eso las encuentren.

“Generó frustración no poder votar al candidato por el adelanto electoral”

P. Las primarias puras se votaron hace un año en Sevilla y el 80% del partido dijo no.

R. Es cierto lo del congreso de Sevilla que quedó muy dividido pero ahora mismo la militancia gallega y su comité nacional es el máximo órgano de expresión es un clamor a favor de poder elegir al secretario general a través de un sistema de primarias. Ese clamor obedece a que no pudimos elegir por primarias al candidato a la Xunta como consecuencia del anticipo electoral que nos cogió con el paso cambiado, etcétera.

P. ¿Qué hará el comité nacional?

“Me sorprende la demagogia de Feijóo, capaz de decir algo y hacer lo contrario”

R. No sé. Primero hay que saber cual es la propuesta de la Ejecutiva gallega. Desde luego había la propuesta de primarias consultivas que no vulneraban los estatutos y permitían conocer la voluntad mayoritaria de los militantes. Veremos ahora qué se pone sobre la mesa. Siempre que el sistema sea un militante, un voto, una urna, con eso podemos llegar a un acuerdo.

P. Si la fórmula de elección se mantiene y da ese paso atrás, ¿seguirá como secretario provincial en A Coruña?ç

R. Veremos qué escenario se plantea. Hay que saber estar en los sitios y también dejar paso. Y si hay una nueva ejecutiva gallega con nuevos liderazgos, habrá que hablar con ellos y estar a disposición de la militancia. Pero ojalá haya primarias y tengamos un secretario general magnífico y podamos hacer una política eficaz contra la derecha, como demanda la ciudadanía.

“El PP vuelve a la sociedad estamental con servicios en función de la renta”

P. Se pudiera pensar que usted defiende primarias porque no tiene suficiente poder orgánico para ganar un congreso.

R. Se puede pensar pero el único argumento que tengo es mi coherencia y siempre defendí las primarias, lo hice en Sevilla porque creo en la transparencia y en la fuerza de los militantes y creo que es el único modo de rearmar el PSOE. El partido está cambiando en esa dirección, otra cosa son los tiempos.

P. ¿Cree que el camino hacia las primarias es irreversible?

R. Lo es y en Galicia tenemos una necesidad especial, venimos de una derrota electoral muy significativa. Venimos de unas elecciones poco después de un congreso en el que se elige un secretario general y en las que salimos derrotados y por lo tanto debemos reorganizarnos cuanto antes y no podemos dejar pasar tanto tiempo. Probablemente los tiempos en España pueden ser otros, en Galicia no.

P. De momento solo se vislumbra Besteiro como candidato aunque hay otros dirigentes estableciendo contactos, ¿qué le parece?

R. Besteiro tiene una trayectoria intachable y está muy comprometido con un socialismo galleguista, tiene conocimiento del partido y muchos elementos valiosos. Tenemos ya un buen candidato, espero que haya más porque así será más participativo el proceso, igual que espero que pueda haber primarias.

P. ¿Usted no ha sellado un pacto con Besteiro?

R. No he pactado nada con nadie, solo quiero que el proyecto sea lo mejor posible y por encima de las inquietudes personales me importa que esta vez salga un partido unido. Haré lo posible por esa unidad y esa fortaleza en torno al futuro secretario general. Tendrá mi lealtad como militante y estaré al lado del que resulte elegido para hacer lo que interesa: luchar por el empleo y ayudar a este pequeño país que no es rico y que se llama Galicia para que salga de esta crisis.

P. ¿Puede suceder que tras el conflicto con Madrid por las primarias haya un solo candidato?

R. Podría darse, de momento tenemos uno y estoy convencido de que hay otras personas con ganas de poder liderar este partido pero lo importante es que tengamos un proceso en el que podamos participar y después todos estemos apoyando su liderazgo y aportando ideas para llevar a la conferencia política y que el discurso del PSdeG que es una rama del PSOE pero que debe tener personalidad propia pueda hacerse escuchar en España. Probablemente desde Galicia podamos dar una visión del Estado Autonómico que no ha de ser la de Cataluña o la del País Vasco y una visión distinta del problema de la dependencia. Tenemos gente capaz de hacerlo y por eso espero que el nuevo secretario general tenga fuerza y apoyo para montar una Ejecutiva pequeña de gente conocedora de los diversos temas y en la que trabajemos todos juntos.

P. Desde 2009 dos congresos no han cerrado heridas. ¿Quién es responsable de la división interna?

R. Yo, más que imputar responsabilidades porque solo pueden ser colectivas y están relacionadas con normas de comportamiento y modos de hacer las cosas, creo que hemos de mirar al futuro. Lo importante en este proceso es que salgamos unidos para olvidar de una vez el debate orgánico y centrarnos en responder ante la ciudadanía y nuestros votantes.

P. ¿Fue un error haber apoyado a Pachi Vázquez para que fuera candidato?

R. Era el secretario general, yo venía de Madrid no tenía el conocimiento de la vida orgánica que tengo ahora y frente a la otra candidata en el congreso, Elena Espinosa, a la que tengo mucho respeto y conocí como ministra, me parecía que para las contiendas orgánicas y vista la organización en Galicia podría ser mejor Pachi Vázquez. Una cosa es ser secretario general y otra candidato a la Xunta. Yo esperaba que el candidato lo pudiésemos decidir después tal y como se aprobó en Sevilla por el método de primarias pero no pudo ser por el factor distorsionador del adelanto electoral.

P. ¿Le pasó factura en los procesos internos esa falta de experiencia orgánica?

R. Engañaría si dijese que conocía perfectamente la realidad del partido. La política orgánica permite conocer la cantidad de gente que hay milita desde aldeas y te anima a sacar adelante a este país adelante, ese es un gran patrimonio. Hay otra parte de la vida orgánica que tiene que ver con los resortes de poder como sucede en toda organización que yo sí desconocía absolutamente. Hoy tengo una visión más completa de lo uno y de lo otro y me quedó con esa visión de las agrupaciones, su ilusión y a veces también su malestar. Y con lo ofrecen sin pedir nada a cambio, esa fuerza es la que nos debe mover.

P. El PSOE no levanta cabeza pese al hundimiento de Rajoy. ¿Qué están haciendo mal?

R. Efectivamente, el PSOE en España pasa por un momento que no es el mejor, estamos pagando muchos de los elementos de la llamada herencia y es cierto que cometimos errores y probablemente cuando tienes que gobernar bajo el impacto de una crisis como esta uno se equivoca más que en otros momentos donde las decisiones pueden ser más meditadas. Pero además de eso la izquierda europea tiene un grave problema y la socialdemocracia también. Esa posición central de no ser socialismo puro pero de estar con las clases medias en un cierto liberalismo democrático se empieza a cuestionar porque grandes colectivos de población tienen necesidades que no tenían: un trabajo, la escuela de los hijos que se empieza a privatizar, poder ser atendido en un hospital público, llegar a fin de mes… Eso supone cambiar nuestro proyecto político hacia una izquierda sostenible. Hemos de garantizar la sostenibilidad de los sistemas públicos y ver qué cosas deben quedar excluidas del mercado. Tiene que volver a haber empresas públicas para los sectores estratégicos de un país como las mantiene Francia o Alemania.

P. Eso significa más izquierda.

R. Sin duda. Más izquierda o dentro de la socialdemocracia primar el socialismo y un compromiso ético más fuerte entre lo que decimos y hacemos, más transparencia y más claridad. No hago una crítica histórica ni que antes se hiciera todo mal, estamos en tiempos distintos y hay que saber adaptarse.

P. Entre esa famosa herencia recibida figura un indulto de cuando usted era ministro de Justicia  a un banquero muy relevante que el Tribunal Supremo ha anulado con el argumento de que el Gobierno se extralimitó al concederlo.

R.Lo fácil, políticamente, era hacer lo contrario, pero quiero recordar que los indultos cumplían todos los trámites y contaban con el informe favorable de la Fiscalía ante el Tribunal Supremo. En cuanto a los efectos adminisrativos, eran iguales a los precedentes. Hasta ahora cuando se indultaba a un funcionario o a un profesional éstos podían volvere a su actividad. El Tribunal Supremo ha establecido, por primera vez, otro criterio y todos debemos acatarlo.

P. ¿Sigue pensando que el futuro pasa por Chacón?

R. Creo que debe pasar por la renovación, no sé si por Carme o por otra persona. En su momento aposté por ella como una alternativa, habrá que ver qué nombres hay. Los partidos necesitan renovarse y cambiar lo más complicado que son los esquemas internos de decisión y de trabajo. Cuando eso se consigue, aparecerán personas dispuestas a liderar proyectos políticos.

P. ¿Le ha sorprendido Feijóo ahora que lo ve desde Galicia?

R. Me sorprende su capacidad demagógica. El ejemplo más reciente es el de los comedores escolares, es sorprendente que se diga que el rico va a pagar mucho y el pobre va a pagar menos. Y se dice que no hay derecho a que un rico que vaya a una escuela pública tenga la comida gratis. Es el peor discurso posible. El Estado es el que garantiza posiciones iguales de los ciudadanos. El que tiene más dinero debe pagar más impuestos, y el que es millonario debe aportar más en los impuestos pero cuando el hijo de un millonario entra en una escuela pública y el hijo de un trabajador entra en una escuela pública son iguales. No puede ser que como yo gano más tengo comida y tú como no tienes dinero comes con la fiambrera. Lo mismo se puede decir de la sanidad. Todos los sistemas de copago y de tasas directas que se imponen la Xunta las vende como un elemento de progresividad. Y lo peor es que hay gente que lo cree. Es una vuelta a la sociedad estamental anterior al Estado porque uno tiene derechos en función de su renta. Y creamos el Estado para pagar solidariamente y que después en el reparto todos podamos ser iguales. Esta política que aquí se hace de forma descarada me parece grave. Luchamos tantos años por tener un distribuidor que iguale en derechos. Feijóo es capaz de decir sí por la mañana al dique flotante en Santiago y que sus diputados voten que no por la tarde en Madrid Echo en falta un discurso serio y realista sobre un pequeño país llamado Galicia con 2,7 millones de habitantes. Con los pocos recursos que tenemos estoy convencido de que podemos vivir mejor. Y me preocupa también la idea que está dando deliberadamente el PP de que el Parlamento es una cosa inútil que cuesta dinero. No es cierto, se trabaja y mucho y como el resto de las personas los diputados acertamos y nos equivocamos.

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