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Cataluña incumple y cierra 2012 con un déficit ocho décimas superior al fijado

Mas culpa al Gobierno de Rajoy de haberse desviado del objetivo del 1,5%

Lluís Pellicer
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, junto al consejero de Economía y Finanzas, Andreu Mas-Colell (i).
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, junto al consejero de Economía y Finanzas, Andreu Mas-Colell (i).Toni Garriga (EFE)

El Gobierno catalán logró drenar el año pasado 3.484 millones del déficit público para situarlo en el 2,3% del PIB. Al contrario que el año anterior —cuando el gran ajuste presupuestario solo sirvió para contener el déficit en apenas dos décimas y dejarlo en el 3,99%—, la Generalitat logró rebajar en 2012 el desfase entre ingresos y gastos en casi 1,7 puntos. Aun así, esa cifra queda lejos del objetivo del 1,5% acordado para todas las comunidades en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, culpó del incumplimiento a la actitud “desleal” del Gobierno central, que consideró otro argumento para defender el “derecho a decidir”.

Mas, que dijo haber sido un “servidor de la austeridad”, ha pasado de justificar los recortes presupuestarios al comienzo de su primera legislatura a criticar y señalar a los “fundamentalistas” de esas medidas en el arranque de este mandato. En ese cambio de rumbo tiene que ver el pacto de legislatura con ERC, que pretende suavizar los recortes, pero también la imposibilidad de seguir reduciendo el déficit para el año que viene hasta el 0,7% del PIB. Para ello, el consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, sostiene que deberá aplicar ajustes por más de 4.000 millones en 2013, lo cual equivale al 15% del gasto no financiero catalán. Y un tijeretazo de esas dimensiones, según el Ejecutivo de Mas, no se puede ejecutar sin afectar de forma sustancial al Estado del bienestar.

Según la liquidación presupuestaria, la Generalitat redujo en 2012 el gasto no financiero en 1.460 millones, un 5,8%, respecto a 2011. Excluyendo los intereses de la deuda, que en 2012 ascendieron a 1.724 millones, la rebaja del gasto fue del 7,2%. En los dos años de Gobierno de CiU, en los que se han desplegado varios planes de austeridad, los recortes han llegado a todas las áreas, también a salud y educación. Sin embargo, Mas-Colell resaltó que la rebaja presupuestaria de esos servicios, del 12,5%, ha sido inferior a la que han sufrido el resto de consejerías, del 21,9%. “En términos reales hemos reducido 4.200 millones en gasto ordinario, lo que supone recortar 5,7 millones diarios durante dos años”, explicó Mas.

La recesión siguió haciendo mella en las arcas de la Generalitat en 2012, si bien esta pudo anotarse finalmente 1.343 millones procedentes de las privatizaciones de la empresa Aigües Ter-Llobregat (ATLL) y los túneles del Cadí y Vallvidrera. El boquete final, a falta del examen de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE), fue de 4.503 millones, equivalentes al 2,3% del PIB. Fuentes de Hacienda declinaron ayer comentar estos resultados hasta conocer los datos finales fiscalizados por la Intervención General. Otras fuentes gubernamentales sugirieron que los datos finales, que pasen el examen de la IGAE, pueden ser mejores por los ajustes contables.

“Cataluña ha hecho su trabajo y lo ha hecho de forma contundente”, afirmó Mas-Colell, quien aseguró que si el Gobierno de Rajoy hubiera cumplido con su parte, el déficit de la Generalitat habría sido del 1,53% del PIB. El principal motivo del desvío, según Mas-Colell, son los cálculos que hizo el Ejecutivo central sobre el ahorro para las comunidades que debían suponer los recortes en salud, educación y dependencia decretados en abril. En teoría, estos debían aliviar las arcas catalanas en 1.000 millones, pero al final el impacto ha sido de solo 143.

En la lista de agravios del consejero también está la subida del IVA (que ha costado 66 millones a la Generalitat), las penalizaciones por los retrasos del pago a la Seguridad Social, la deuda que arrastra en infraestructuras y la menor llegada de recursos finalistas que el Ejecutivo catalán ha suplido con recursos propios. Y ahora, además, están los recursos de inconstitucionalidad por el euro por receta, las tasas judiciales o el impuesto a los depósitos bancarios, que impedirán aumentar la recaudación y que Mas aún espera paliar arrancando a Rajoy un mayor margen en el déficit.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Economía de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera. Ha sido corresponsal en Bruselas entre 2018 y 2021 y redactor de Economía en Barcelona, donde cubrió la crisis inmobiliaria de 2008. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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