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Mas busca consejeros bregados en la negociación para lidiar con ERC y PP

El presidente en funciones pide ayuda a los socialistas para dar cobertura legal a la consulta Los votos de CiU y ERC permiten la investidura de Mas

Artur Mas durante una de sus intervenciones en el Parlament en el debate de investidura.
Artur Mas durante una de sus intervenciones en el Parlament en el debate de investidura.MASSIMILIANO MINOCRI

Artur Mas ya diseña lo que en las filas de Convergència i Unió llaman “un gobierno de trinchera” tras ser investido ayer presidente de la Generalitat. El Gobierno catalán no tendrá ningún consejero de Esquerrra Republicana pese al apoyo parlamentario que el partido independentista le ha brindado a Artur Mas, pero sí condicionará la estructura y el perfil de sus consejeros. De esta forma, Mas está enfrascado, desde la absoluta discreción, en esbozar un equipo capaz de negociar con ERC y, al mismo tiempo, evitar que se rompa definitivamente la comunicación con el Gobierno central.

En 2010 Mas presumió de tener libertad total para diseñar un ejecutivo que incluyó hasta tres independientes y que CiU bautizó como “el gobierno de los mejores” por la excelencia que atribuía a sus integrantes. Poco queda ahora de este espíritu. El presidente catalán hará su gobierno fuertemente condicionado por Esquerra Republicana y por la creciente brecha que se está abriendo entre Unió y Convergència a raiz, precisamente, del pacto con los republicanos.

Esquerra ha sugerido ya algunos perfiles a Mas. Los republicanos han mostrado al presidente su total acuerdo con que el consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, se mantenga en el cargo. También le han pedido que los consejeros de áreas sensibles por los recortes, como Sanidad, lo ocupen consejeros que tengan la suficiente cintura para negociar. En la pasada legislatura Mas puso Salud en manos de Boi Ruiz, ex jefe de la patronal de los hospitales concertados, en un gesto que fue interpretado como una hostilidad en toda regla hacia la sanidad pública.

Al tiempo que Mas busca consejeros con habilidades negociadoras también estudia, según fuentes de la federación, reforzar el núcleo político del Gobierno para afrontar las complicadas relaciones con el Ejecutivo de Mariano Rajoy. De esta forma fuentes nacionalistas apuntan a que la mano derecha del presidente, portavoz del Gobierno y actual secretario general de Presidencia, Francesc Homs, podría capitanear un departamento de Presidencia con amplias atribuciones de coordinación del ejecutivo.

Mas tomará posesión del cargo el próximo lunes tras ser investido ayer con los votos de los 50 diputados de CiU y los 21 de ERC. Antes de la votación, Mas lanzó un último mensaje pidiendo ampliar la base de su pacto con ERC. Insistió en pedir a todos los partidos favorables al derecho a la autodeterminación, y especialmente a los socialistas catalanes, que ayuden encontrar una salida. “LLamo a todos aquellos que estén a favor del derecho a decidir que hagan un esfuerzo para adaptar los marcos legales, que no tienen porque ser necesariamente la Constitución, para que se haga una consulta legal y que permita ejercer este derecho”, concluyó.

El debate reflejó la ruptura absoluta entre CiU y el PP, socios hasta el último verano. Alicia Sánchez-Camacho intervino en tromba en contra de la apuesta soberanista de Mas y vaticinó que la consulta prevista para 2014 no se celebrará porque es “ilegal”. La popular invitó al presidente catalán a acatar las leyes y la Constitución que prometerá o jurará cuando asuma su cargo la próxima semana y le retó a aventurarse en una reforma de la Carta Magna para que el referéndum se ajuste al ordenamiento jurídico del Estado.

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Erigida en la voz de La Moncloa en la sesión y perdido su papel relevante del último mandato, Sánchez-Camacho presentó una larga lista de reproches a su antiguo socio: le ridiculizó por su resultado electoral “execepcional” —pérdida de 12 escaños—; le afeó la falta de “lealtad” con Mariano Rajoy tras haber transferido éste 11.000 millones de euros a la Generalitat para pagar deudas y le acusó de traicionar su programa electoral asumiendo ahora la subida de impuestos que “ahogará” a las clases medias. “La consulta es un engaño”, afirmó la popular que presagió que ERC hará una OPA sobre los votantes de CiU cuando se constate que no se celebra. “Le invito a rectificar”.

La reacción de Mas fue demoledora. La relación está tan rota que no quedó ni rastro de las últimas complicidades entre los dos partidos para aplicar los recortes. “¿Por qué no se preguntan por qué el PP es el único partido grande que nunca ha gobernado en Cataluña?”, le interpeló Mas en un tenso debate salpicado de murmullos de reprobación desde la bancada popular, algo nada habitual en el Parlament.

“Son ustedes la cuarta fuerza política ¿Quienes son ustedes para silenciar la voz del pueblo de Cataluña?'”, se preguntó Mas, que tachó de “impresentable” que el Gobierno se oponga al derecho a decidir y animó al PP a seguir el ejemplo de otros paises demócratas del mundo.

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