_
_
_
_
_

El temporal causa decenas de desalojos, deja sin agua a Álora y corta 14 carreteras

Las lluvias afectan a vías de comunicación de Jaén, Córdoba, Cádiz y Granada

Fernando J. Pérez

Andalucía revivió este viernes el fantasma de las inundaciones del pasado 28 de septiembre. Un fuerte temporal de lluvia barrió la región, con especial intensidad en las provincias de Málaga, Sevilla y Córdoba. El agua caída sobre un suelo ya saturado causó decenas de incidencias en poblaciones y obligó a cortar 14 carreteras, la mayoría secundarias. Al contrario de las riadas de septiembre, que causaron una decena de muertos en Andalucía y Murcia, el desbordamiento de los arroyos de ayer no causó daños personales, según el 112.

Los servicios de emergencia decretaron el jueves por la noche el nivel de alerta naranja en la Costa del Sol y el valle del Guadalhorce, en Málaga. Durante la madrugada y a primeras horas del viernes, la provincia se vió envuelta en una borrasca tormentosa que dejó precipitaciones de hasta 42 litros por metro cuadrado en Benahavís, 37 en Fuengirola, 31 en el aeropuerto de Málaga o 32 en Mijas.

La acumulación de agua pronto se hizó notar. El río Guadalhorce, que fue el que causó los mayores daños en la gota fría de septiembre, no llegó a desbordarse, pero alcanzó una altura de 4,40 metros en su curso bajo. La crecida llevó a desalojar por precaución unas 40 viviendas en los núcleos de Santa Amalia y Doña Ana, en Alhaurín de la Torre. Estas barriadas, muy próximas al curso del río, cuentan con viviendas que invaden el cauce y que suelen inundarse cuando se producen lluvias torrenciales.

En la vecina Cártama, decenas de vecinos rechazaron el desalojo y optaron por construir muretes en sus casas. En esta localidad un colegio privado cerró sus puertas ante el riesgo de que se cerrara la vía de acceso.

Durante la noche, los servicios de auxilio atendieron una veintena de incidencias, la mayoría por anegación de plantas bajas y sótanos. La localidad más afectada fue Arriate, a 90 kilómetros de la capital malagueña, donde, durante la madrugada, se registraron 50 litros por metro cuadrado en menos de media hora. El desbordamiento del arroyo de la China anegó una veintena de viviendas en la calle colindante y provocó el atoramiento de alcantarillas y redes de saneamiento. Varios vehículos fueron arrastrados por las aguas, informó a Efe el alcalde arriateño, Melchor Conde, del PSOE.

En Álora (Málaga), una de las localidades más afectadas por la última gota fría, el suministro de agua volvió a quedar cortado, ya que el barro anegó tres de los cinco pozos que abastecen a la población, de 13.000 habitantes. Estos manantiales tuvieron que ser reparados tras el temporal de septiembre.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

En Écija (Sevilla), la crecida del río Genil dejó aisladas a unas veinte personas en dos viviendas de la pedanía de la Isla del Vicario, la zona más baja e inundable del municipio. Según explicó a Europa Press el alcalde, Ricardo Gil-Toresano, del PP, estas personas no quisieron abandonar sus viviendas cuando fueron advertidas del riesgo de quedar atrapadas por los servicios de rescate. El regidor afirmó que el arroyo Argamasilla, que hizo desbordar el alcantarillado en diciembre de 2010, se hallaba bajo control, aunque las obras de desvío se encuentran paralizadas.

En Córdoba capital quedó anegada una vivienda en el centro y hubo problemas con alcantarillas que no tragaban más agua en la zona del Fontanar, donde tuvieron que actuar los bomberos. Además, en las localidades de La Carlota y Rute también se registraron inundaciones en viviendas y en locales.

En la provincia de Jaén, el servicio de emergencias del 112 recibió 22 avisos por inundaciones en la Campiña de Andújar, Linares, Baeza y Cazorla.

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir seguía ayer atentamente la crecida de este río. El caudal alcanzó ayer los 1.000 metros cúbicos por segundo, por debajo del nivel de alerta.

Numerosas carreteras se vieron afectadas por el temporal. Al cierre de esta crónica, 14 carreteras, la mayoría secundarias permanecían cortadas por balsas de agua en la calzada o por desprendimientos. Córdoba sufrió el corte de cinco carreteras, entre ellas dos autonómicas en los términos municipales de Baena y Valenzuela, mientras que en Cádiz se interrumpió la circulación en otras cuatro vías, entre ellas la N-340 en Conil de la Frontera. En Málaga destacó el corte de la N-331 en Antequera y en Jaén quedó cerrada una carretera comarcal.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Fernando J. Pérez
Es redactor y editor en la sección de España, con especialización en tribunales. Desde 2006 trabaja en EL PAÍS, primero en la delegación de Málaga y, desde 2013, en la redacción central. Es licenciado en Traducción y en Comunicación Audiovisual, y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_