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La pasividad socialista y la abstención del PP evitan la censura a la gestión de Mas

El PSC se abstiene en todas las votaciones para denunciar el "electoralismo" del debate

Los partidos de izquierda lucharon el miércoles por que el órdago independentista de Artur Mas y el debate sobre la autodeterminación no escondieran las sucesivas tandas de recortes que el Gobierno de CiU ha ido aplicando en sus 21 meses de legislatura. El esfuerzo quedó ayer en nada porque todas las propuestas de resolución que aludían al tijeretazo y rezumaban reproche a la obra de Gobierno fueron rechazadas. Convergència i Unió se salió con la suya y consiguió quedar incólume tras el debate. Como en toda la legislatura —excepto contadísimas excepciones—, la abstención del Partido Popular evitó la reprobación a la gestión de Mas. Pero los votos del PP encontraron un aliado inesperado, el Partit dels Socialistes. El PSC decidió abstenerse en todas las propuestas aduciendo que era un debate “electoralista” y su pasividad hizo que, en el pleno final de la legislatura de los recortes, Mas saliera sin un rasguño parlamentario.

La proposición más rotunda la presentó Iniciativa, que planteó una enmienda a la totalidad a los 21 meses de gestión del Gobierno. La propuesta instaba al Parlament a “reprobar la gestión global del Gobierno por las consecuencias negativas de sus políticas para las personas, el territorio y el autogobierno, y el incumplimiento evidente de los objetivos definidos como prioritarios”. Para remachar, añadía un segundo punto más concreto, en el que se refería a la necessidad de “reprobar el Gobierno por el fracaso de sus políticas, en los ocho ejes descritos en el discurso de investidura”. La propuesta no prosperó gracias a los votos contrarios de CiU y la abstención del PP y el PSC. Cuando los socialistas votaron a favor, en sus propias propuestas, la abstención del PP fue suficiente.

Los votos del PSC salvaron a Mas en dos puntos críticos para la gestión de su Gobierno, ambas propuestas también de ICV-EUiA. Los ecosocialistas lograron el voto del PP en una propuesta que constataba “el fracaso de las políticas en el eje de sanidad”, subrayando “la reducción de la calidad asistencial, el cierre de camas, el euro por receta”, y todo ello hecho “sin diálogo ni acuerdo”. La abstención socialista decantó la balanza a favor de CiU, que votó en contra de la proposición.

El mismo esquema se repitió en la propuesta que reclamaba la comparecencia de Mas en el Parlament para detallar el caso Palau. Un mero gesto —ayer era el último pleno de la legislatura tras el adelanto electoral—, pero una derrota sensible para el Ejecutivo, que subrayaba las sombras de corrupción sobre Convergència. La abstención del PSC volvió a salvar a Mas.

Iniciativa perdió casi todas las propuestas de resolución que planteó. También la que reclamaba una limitación del gasto electoral y compartir las empresas de buzoneo, el montante más elevado de las campañas. Solo ERC y Ciutadans votaron a favor, mientras que CiU, el PP y Solidaritat lo hicieron en contra. El PSC, en su línea, se abstuvo.

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