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El jurado declara culpable al acusado de matar a Laura Cerna

El fiscal y las acusaciones particulares reclaman 20 años de cárcel

Vídeo: ATLAS

El jurado popular ha declarado este jueves culpable por unanimidad a Antonio Gordillo del asesinato en agosto de 2010 de la profesora estadounidense Laura Cerna en una vivienda del barrio de Tiro de Línea, en Sevilla. El jurado no considera a Gordillo culpable de un delito de profanación de cadáveres, del que le imputaban las acusaciones particulares. El jurado considera que el objetivo del acusado al descuartizar el cuerpo y arrojarlo al río Guadalquivir fue "evitar ser descubierto" y no "faltar al respeto debido a la memoria de los muertos". Pasadas las 14.00, el jurado, compuesto por seis hombres y tres mujeres, ha hecho público su veredicto y ha hallado por unanimidad culpable a Antonio Gordillo del asesinato, crimen que consideran que se cometió con alevosía pero no con ensañamiento, lo que ha llevado al fiscal y a las acusaciones particulares a rebajar su petición inicial de pena de 25 a 20 años de cárcel.

El jurado, que no ha apreciado ninguna de las atenuantes propugnadas por la defensa, ha considerado probado que, en la madrugada del 30 de agosto, víctima y acusado se encontraban en casa de este último cuando se inició una discusión en el curso de la cual Antonio Gordillo le propinó varios golpes y un fuerte puñetazo en el ojo derecho a Cerna que hizo que cayera al suelo en estado de "inconsciencia total o parcial", tras lo cual la llevó al cuarto de baño. Una vez allí, según este relato de los hechos, el acusado empleó un cuchillo de cocina con el que le pegó cuatro puñaladas "dirigidas a la zona del corazón" y realizadas "con mucha violencia", ya que todas ellas "seccionaron cartílagos y costillas". Una de estas puñaladas le causó una lesión perforante en el ventrículo derecho del corazón que le provocó la muerte, ha añadido el jurado, que ha considerado probado también por unanimidad que las puñaladas fueron asestadas "con intención de causarle la muerte". A continuación, y según el veredicto, el acusado cogió una maleta para meter el cuerpo, que desnudó pero que, como no cabía en la citada pieza de equipaje, le cortó la cabeza y el brazo derecho. El jurado considera que el acusado propinó los golpes "aprovechando que Laura no se encontraba en plenas facultades por la ingesta de alcohol y drogas" y que estaba "inconsciente, sin posibilidad de reacción o defensa alguna", a lo que se suma que hubo alevosía, ya que "propinó los golpes y las puñaladas aprovechando su mayor corpulencia y fortaleza física".

No obstante, los miembros del jurado no han considerado probado que el acusado propinara los golpes y las puñaladas "causando deliberadamente males innecesarios a la víctima, provocando un aumento de su sufrimiento, evidenciando un ánimo perverso e inhumano de aumentar el dolor de la víctima", con lo que han descartado que hubiera ensañamiento en el asesinato. Asimismo, no han considerado probado que el acusado descuartizara el cuerpo "con la intención de faltar al respeto debido a la memoria de los muertos", que era el elemento básico para que pudiera apreciarse un delito de profanación de cadáveres, imputado tanto por la acusación particular ejercida por los padres y el hijo de la víctima como por la ejercida por el marido de Laura. De igual modo, el jurado popular no ha apreciado ninguna circunstancia atenuante y ha considerado no probado que Antonio Gordillo padeciera algún tipo de trastorno mental transitorio ni que sufriera una adicción a las drogas, así como que "obrara impulsado por un miedo insuperable" o que los hechos fueran cometidos "por causas o estímulos tan poderosos que le hayan producido arrebato u obcecación".

Por último, y aunque ha declarado probado que colaboró con la policía para la identificación y localización del cuerpo, el jurado considera que no lo hizo para minimizar el dolor y el daño de la familia. Además, el imputado no confesó los hechos y "ha mantenido una narración" de los mismos "distinta a la que consideramos probada", de manera que el crimen se descubrió "porque se encontró sangre en el cuarto de baño, por la declaración del amigo" al que le confesó el crimen y por la presentación de la denuncia por la desaparición. Asimismo, el jurado se ha mostrado contrario a que se suspenda la ejecución de la pena y a que, en la sentencia que dicte el magistrado-presidente, se acuerde solicitar del Gobierno el indulto total o parcial de la pena.

Una vez conocido el veredicto, el fiscal ha modificado su petición inicial de pena, que era de 25 años, todo ello debido a que el jurado no ha apreciado ensañamiento, lo que lleva a que la posible pena se sitúe en el marco comprendido entre 15 y 20 años. No obstante, ha solicitado la máxima pena posible, 20 años, porque el crimen se cometió de manera "consciente y deliberada" y "no es un asesinato normal, pues se ha usado la saña, causando un daño deliberado". Aunque no se ha considerado probada la profanación de cadáveres, el fiscal ha argumentado que el imputado, con antecedentes que "evidencian" su peligrosidad social, "mostró una ferocidad no normal en una persona" y mantuvo una conducta "especialmente inhumana contra la vida de Laura", por lo que ha pedido una sentencia "ejemplar" de 20 años de cárcel. De su lado, los abogados de las dos acusaciones particulares han solicitado también 20 años de cárcel por un asesinato "brutal, feroz y execrable" y la defensa del acusado, que ha anunciado un posible recurso contra la sentencia, ha interesado "una pena no superior a 15 años de cárcel", tras todo lo cual el juicio ha quedado visto para sentencia.

Una vez finalizado el juicio, y en la misma sala donde se ha hecho público el veredicto, la madre de Laura, Sandra Cerna, no ha podido aguantar más tras asistir a las seis sesiones de la vista oral y se ha levantado en dirección al acusado, enseñándole una fotografía de su hija y gritándole "asesino, animal, mira a mi hija, no te atreves a mirarla, eres un cobarde". Ya fuera de la sala, y dirigiéndose a los medios de comunicación allí presentes, ha criticado las leyes "absurdas" vigentes en España. "Es una vergüenza, no tengo nada más que decir de este país", ha añadido, mientras el hermano de Laura se ha dirigido en inglés al imputado diciéndole: "estás maldito", y el hijo de la víctima le ha espetado: "voy a por ti".

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